La buena cocina y la buena mesa
El hombre desde los orígenes más remotos de su vida, aun sin poseer suficientes elementos, no se conformo con satisfacer sus necesidades materiales sino que a la medida que la civilización se desarrollo, sintió inquietudes de mejorar sus condiciones de vida, de atender sus apetitos espirituales, sus ansias de halago y buen pasar. Así ocurre hasta con los alimentos que son lo más fundamental de las necesidades. Calmar meramente el apetito no es satisfacer al hombre. El hombre aspira a que sus comidas sean servidas en forma atractiva, comerlas en un ambient...