Pedro del Brete nace como una opción gastronómica distinta. Implementando un suculento rodizio de carnes con tenedor libre, brindándole al público cruceño, una experiencia 360 única desde el momento que ingresan a sus instalaciones.
Pedro del Brete es un hombre de 45 años oriundo del oriente boliviano. De padre capataz y de madre cocinera, desde su nacimiento fue un bebé grande y fuerte. Los 5 kilos que pesó al nacer fueron celebrados con una gran fiesta y churrasco en la estancia.
Con el pasar del tiempo, el patrón desarrolló un gran cariño hacia Pedrito, debido a su gran valentía. A sus 5 años ya montaba a caballo al pelo, enlazaba guachas y salía a vaquear junto a su padre y el patrón. Su gran dominio del ganado en el brete años más tarde le ganó el apodo de Pedro del Brete.
Pedro se convirtió en un joven peón valiente y aguerrido, era el campeón de la estancia en jocheo de toros, tiro al blanco y carreras de caballos, pero principalmente, era un campeón para hacer y comer churrasco.
Mientras crecía, fue entablando una gran amistad con Inesita, la hija del patrón que iba a visitar la estancia desde pequeña. Entre Pedro y ella se fue forjando un gran cariño que, con las hormonas alborotadas de la adolescencia, se terminó convirtiendo en amor.
Cuando Pedro se decidió a pedirle al patrón la mano de Inesita en matrimonio, este lo persiguió con una escopeta por toda la estancia. Pero el joven peón no se dio por vencido y tras varios intentos de Pedro –y otros tantos berrinches de Inesita- el patrón lo aceptó como yerno.
Se casaron en una fiesta muy abundante, para la cual el patrón mandó a matar 7 vaquillas y 3 chanchos, e hicieron un churrasco tan sabroso y opulento del que todavía se habla hasta el día de hoy. Además, les obsequió 2.000 vacas para que pudieran empezar a amasar su propia fortuna.
Tras muchos años de duro trabajo y muchas riquezas acumuladas, Pedro decidió que era hora de abrir el negocio con el que había soñado por mucho tiempo: tener su propia churrasquería.
Por eso ahora Pedro del Brete abre las puertas de su casa para contagiar un poco de su estilo de vida: vivir cada día como si fuera el último, comer delicioso y amar intensamente.
«A comer, beber y gozar que el mundo se va a acabar»
Pedro del Brete
Bar & Grill
Dinner, Drinks, Lunch
Suitable for groups Table service
Booking is NOT mandatory
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